Ella dio un portazo. Le dijo que estaba harta de verlo siempre sentado en el sillón. Enumeró los sueños que jamás concretarían. Lo menospreció por su educación básica y su trabajo rutinario. Lo hizo responsable de las frustraciones de los dos. Le reprochó no haber tenido vacaciones en siete años. Lo acusó de ignorarla de día y de fastidiarla mientras dormía. Le exigió que no hiciera ruido de noche, y que no volviera a dejar las luces encendidas hasta el amanecer. Lo culpó por la muerte del bebé. Le ordenó que juntara sus cosas y se fuera.
El bajó los pies de la mesa ratona, apagó la televisión, y se dio vuelta para mirarla fijo a los ojos. Le recordó que antes de casarse, ella sabía cómo serían las cosas. Le retrucó que era mejor tener un trabajo rutinario y no salir de vacaciones, a cagar más arriba de lo que da el culo. La calificó de "basura" por mencionar la muerte del bebé sólo para ganar una discusión. Le pidió que no volviera a molestarlo con estupideces. Le sugirió que si lo que necesitaba era silencio y oscuridad fuera al cementerio.
Y ella se puso su mejor vestido, se recogió el pelo, se pintó los labios, y sin siquiera decirle adiós, salió de la casa. Y no se detuvo hasta llegar a las vías. Y cuando la barrera estuvo baja, se sentó en los durmientes, y esperó.
El bajó los pies de la mesa ratona, apagó la televisión, y se dio vuelta para mirarla fijo a los ojos. Le recordó que antes de casarse, ella sabía cómo serían las cosas. Le retrucó que era mejor tener un trabajo rutinario y no salir de vacaciones, a cagar más arriba de lo que da el culo. La calificó de "basura" por mencionar la muerte del bebé sólo para ganar una discusión. Le pidió que no volviera a molestarlo con estupideces. Le sugirió que si lo que necesitaba era silencio y oscuridad fuera al cementerio.
Y ella se puso su mejor vestido, se recogió el pelo, se pintó los labios, y sin siquiera decirle adiós, salió de la casa. Y no se detuvo hasta llegar a las vías. Y cuando la barrera estuvo baja, se sentó en los durmientes, y esperó.
8 comentarios:
leer esto es como recibir una piña en la cara, pero està tan bien escrito que duele menos.
que sola y que frustrada estaba para llegar a esa resolución...la vida siempre te da revancha!Diana.
Jorge, muchas gracias por pasar y por tus palabras. Que vos digas que está bien escrito es un honor =)
Diana, a veces las personas toman decisiones que vistas de afuera son inexplicables. Lo triste es que sucede más a menudo de lo que uno puede imaginar.
Saludos y gracias por tu comentario
A ella le molestaba que él esté sentando esperando. Y ahora, ella está sentada esperando. Seguramente, el tren llegará y le reprochará unas cuantas cosas.
hasta la palabra dulce soraría fuerte en este texto.muy bueno
sj
Sly, sos genial. Lo que planteás es tragicómico. Me imagino a la mina sentada en las vías puteando al tren porque no quiere atropellarla =)
Me gustó: da para pensar. Seguir una relación así es tortuosa. ¿Cómo salir?, cada uno toma una decisión (o no)
Lo terrible es el comienzo. Antes del sillón, del bebé, la mesa ratona y el tren. Cómo se permite ese extremo lastimoso?
Excelente!!
Besos
Emilse, muy bueno. Limpio, directo, cotidiano y terrible. Me gustó mucho.
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